martes, 11 de enero de 2022

Proceso al proceso (342)

En el salvaje Oeste (estadounidense, se entiende), aquello era un territorio sin Ley donde imperaba la (valga la rebuznancia) ley del más fuerte.

No es que en Cataluña se llegue a esos extremos, pero casi. Porque hay una parte de la población que hace lo que le viene en gana, y en esa parte de la población, alentándoles y protegiéndoles, se encuentran las autoridades regionales y locales (y, si se me apura, hasta las nacionales, que dejan hacer), que teóricamente deberían velar por el cumplimiento del ordenamiento jurídico y de las resoluciones de los tribunales de justicia.

Y así, mientras el Tribunal Superior de Justicia de la región emitía una nueva sentencia a favor de un veinticinco por ciento (que ya manda huevos) en el sistema educativo (pónganse todas las comillas que se quiera a lo de sistema y, sobre todo, a lo de educativo) catalán, el consejo regional de gobierno ofrecía a los profesores asistencia jurídica para incumplir las sentencias como la anteriormente mencionada.

Lo peor es que las autoridades secesionistas -en la línea del psicópata de La Moncloa, y de toda la izquierda en general- mienten como bellacos: hablan de un modelo de éxito, o de consenso político y social al respecto.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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