miércoles, 12 de enero de 2022

Proceso de degeneración

La llamada ley de violencia de género, sobre ser gramaticalmente incorrecta, es jurídicamente inconstitucional, porque discrimina en función del sexo.

Conocidas tengo que dicen que semejante discriminación es necesaria. Ahí, ni entro ni salgo. No estoy de acuerdo con esa discriminación -desde agravamiento de las penas hasta inversión de la carga de la prueba-, pero, ya que existe, reconózcase. Pues ni por esas.

Afortunadamente, esa perspectiva no impregna, todavía, todo el ordenamiento jurídico. Por eso, cuando un progenitor, sea del sexo que sea, se va con sus hijos, no ya sin el consentimiento, sino incluso sin el conocimiento del otro, es un secuestro. Aunque hay algunos delincuentes, como la tristemente célebre (qué ajustado es el idioma de Shakespeare y Churchill, que esa expresión en español la sintetizan en una sola palabra, notorious) Juana Rivas, que se muestran convencidos de que secuestrar a sus hijos no será un delito en el futuro.

Si lo hace una mujer, al paso que vamos, no.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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