Hace un mes, escribía que no es del
todo malo para la derecha española la emergencia de un partido fuerte a la
izquierda del PSOE. Siempre y cuando entre ambos (o entre ellos y los
paleocomunistas de Izquierda Unida) no sumen más escaños que el Partido Popular,
la Ley D’Hont favorecería a la derecha.
Ese mismo día se produjeron otras dos
noticias. La primera, que el PSOE ya no es, de acuerdo con el CIS, el primer
partido político de la Izquierda. Desde que se marchó Felipe González, cada
secretario general que ha tenido (Almunia, Rodríguez, Pérez, Sánchez) ha hecho
mejor al anterior (y mira que era difícil plantearse en cada caso algo todavía
más calamitoso), y la cosa no presenta trazas de enmienda.
La segunda era la crónica de una deserción anunciada: la de la novia de Junior
(les gustará o no, que no les gusta, pero es por lo que se la conoce
fundamentalmente) de la coalición comunista, rumbo a no sé sabe dónde (aunque
es fácil conjeturarlo).
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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