El problema de los calentólogos globales es que dicen
tantas cosas, tan tremendas y tan inmediatas que, aunque en el fondo puedan
tener razón, a corto plazo quedan desacreditados por el discurrir de los
acontecimientos. Y es que, lo que al ser humano le parece algo muy dilatado (su
propia vida, por ejemplo), a escala planetaria no es más que un suspiro.
Viene esto a cuento del titular que
dice que Greenpeace predijo en 2.007 que el cambio climático secaría el Ebro. Pues los acontecimientos, sobre todo
los de las últimas semanas, se han encargado de dejarles en mal lugar. O bien
andaban un poco equivocados (una futesa de miles de metros cúbicos, nada más) o
bien la derogación del Plan Hidrológico Nacional que fue lo primero que hizo el
gobierno de Rodríguez tras sacarnos corriendo de Irak ha sido capaz de
contrarrestar el inexorable cambio
climático.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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