La campaña de intoxicación de los
secesionistas catalanes se basa en dos pilares. Por un lado, falsifican la
Historia. Por otro, pintan un futuro color de rosa si se alcanza la
independencia de España.
Ejemplos del primer pilar los tenemos
a montones: desde una pretendica corona catalanoaragonesa hasta hacer catalán a
cualquiera que pasara por allí, o incluso aunque no hubiera pasado en la vida.
Cristóbal Colón, Erasmo de Rotterdam, Miguel de Cervantes, Santa Teresa de
Jesús… incluso San José sería catalán de pura cepa.
Los idílicos futuros que pintan los necionanistas catalanes son, si cabe,
más hilarantes (darían risa si no dieran pena). Unos catalanes independizados
de España serían más ricos, habría menos paro, serían más altos y más guapos
(algo que le vendría bien a Jorgito Poyuelo, que no es ni una cosa ni la otra)
y serían, a pesar de la legalidad internacional, más europeos todavía.
En cuanto a la versión balompédica del
necionanismo (o la versión necionanista del fútbol, tanto monta
monta tanto) también pinta un porvenir glorioso. Suponiendo que el Barcelona (parece
no haber otro equipo en toda Cataluña, a estos efectos) quedara (lógicamente)
fuera de las competiciones españolas (al menos, nos ahorraríamos los pitidos en
las finales de la Copa del Rey), ya han dicho que podría jugar en cualquier
otra liga, puesto que poco menos que se darían de bofetadas todas las
competiciones del continente para contar entre sus filas al equipo fundado por
el suizo Hans Gamper.
Ahora, han dado un paso más, y
presentan la posibilidad de que el Sabadell juegue la sedicente Liga de
Campeones (algo curioso, puesto que el mencionado Farça la está jugando y el año pasado no se comió un mísero colín).
Es decir, asumen que, independizados de España, seguirían teniendo derecho a
plazas de participación directa en dicha competición (al menos dos, puesto que
a nadie se le pasa por la cabeza la posibilidad de que el puticlub no participe en algo a lo que poco menos que tiene derecho
divino), en lugar de tener, como en el caso de las ligas menores (y la catalana
lo sería), que jugar rondas previas para tener la posibilidad de disputarla.
Estos son tontos del culo… o se creen
que los destinatarios de sus embustes son tontos de capirote. O ambas cosas
dos, que todo es posible en Catetonia.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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