Algunos,
quizá porque en cuestiones de dinero tendemos a pensar con la cartera y no con
los testículos, opinamos que la subvención a fuentes de energía que no eran
rentables y que no lo serán en una buena temporada era, para decirlo pronto y
mal, tirar el dinero.
Otros,
en cambio, han tardado una década en darse cuenta de que se les fue la olla con las renovables. Nunca es tarde para rectificar, pero…
…¿quién
nos devuelve ahora lo que hemos tenido que pagar de más en la factura de la luz
como consecuencia de esa ida de olla?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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