En
materia de economía, los neocom sólo
aciertan cuando rectifican, o bien cuando (por mucho que disfracen la cosa)
siguen la senda que habían emprendido los gobiernos de derechas.
Para
ellos, todo lo que huela a mercados
es algo maligno, anatemizable. Lo malo es que el mundo, hoy por hoy, funciona
con arreglo a los mercados. Si será una verdad evidente que hasta la dictadura
que aprisiona aun quinto de la humanidad ha tenido que adaptarse a las leyes
del mercado…
La última
ocurrencia en materia económica del equipo de doña Rojelia ha sido decidir no renovar el acuerdo de calificación
de la deuda, con la peregrina excusa de que no piensan emitir más deuda (si tan
perfectamente son capaces de pronosticar el futuro, que inviertan en Bolsa,
jueguen a la lotería, apuesten a las quinielas o al bingo…).
Lo que
ocurre es que esa falta de calificación no afecta únicamente al Ayuntamiento
(con ser malo, ya que el aumento en unos doscientos puntos básicos podría
llegar a costar a los madrileños unos ciento veinte millones de euros), sino
también a las empresas de Madrid que buscan inversión, ya que cerca del 90% de
los fondos tiene prohibido operar allí donde la deuda no está calificada.
Y a
todo esto, el concejal de economía (de ruina, habría que llamarle) se permite
hacer chanzas con el tema, ya que el caer dentro de la categoría de bono basura
podría ayudar a obtener una quita por la
puerta de atrás.
Por la
puerta de atrás le metía yo el palo
de una escoba untado en salsa brava, no te fastidia…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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