Es
como cuando Ana Pastor entrevisto a Junior
en televisión y desmontó su construcción doctrinal (llamarlo argumentación sería atribuirle un
andamiaje racional del que carecen las peroratas del de la coleta) en menos de
cinco minutos.
Por lo
visto, un concejal del Partido Popular laminó a doña Rojelia en seis minutos. Supongo que necesitó tanto tiempo
porque no era Esperanza Aguirre la que hablaba. Para laminar a cualquier comunista,
paleo o neo, o mitad y mitad como la alcaldesa de Madrid, basta con
ponerles frente a sus contradicciones inherentes, tanto personales como de
partido.
Es decir,
ni siquiera hay que hacer el esfuerzo de montar un discurso dialéctico: con
contraponer palabras y hechos y señalar los antecedentes históricos, tarea
resuelta.
La prueba
de que has tenido éxito es que te llamarán fascista.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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