Junior es uno de esos que quiere ser el niño
en el bautizo, la novia en la boda y, si se me apura, hasta el muerto en el
entierro. Si no es el centro de atención, el de la coleta siente que le falta
algo (probablemente, dejando aparte el tema ideológico, sea una de las razones
por las que no soporte a Rivera).
Con motivo
de la Fiesta Nacional del Doce de Octubre, el líder neocom volvió a dar muestras de su afán despedido de protagonismo. Primero,
se hizo el ofendido y montó el numerito porque, aparentemente, la Casa Real no le había invitado a la recepción en el Palacio de Oriente tras el desfile
militar. Y luego, cuando fue notorio que sí habían invitado, soltó una de sus típicas proclamas giliprogres para excusar su presencia. Seguro que nadie le
echó en falta.
Igual
afán de protagonismo tienen los demás neocom
de la geografía patria. La bruja Piruja
dijo que era una vergüenza que España celebre un genocidio el 12 de Octubre
(curioso genocidio que hasta los descendientes de las presuntas víctimas celebran al otro lado del
charco). El descamisado que desgobierna el Ayuntamiento de Cádiz se despachó en
términos similares, diciendo que el 12 de Octubre no descubrimos América, sino que masacramos un continente (en un solo día… moríos de envidia, Hitler, Stalin
y Mao, que sois unos piltrafillas en eso de eliminar seres humanos por
millones). En la cadena televisiva de Junior
(y no, no me refiero a La Secta)
soltaron un rap para insultar a la puta madre patria (se ve que estos creen que todas las madres son como la suya),
y Guillermo Toledo hizo por la boca lo que los seres humanos (normales o
anormales) acostumbran a hacer por el ano, esto es, soltar mierda (pero quien
da aquello que tiene no está obligado a más).
Afortunadamente,
todavía hay quienes, quizá por mero cálculo político, quizá por verdaderas
convicciones, no tienen reparos en (intentar) poner a tales mamarrachos en su
sitio (y digo intentar porque es difícil que un adoquín cambie de posición). Mientras
que Rivera señalaba que no se puede querer ser presidente y no celebrar el día de España, Frank Cuesta se
dirigía al excretador oral indicándole que cagarse en España, el Rey o la
Virgen del Pilar le sale gratis, pero que no tiene huevos de cagarse en elCorán.
Y si
lo hiciera, dejaría de tenerlos, no metafóricamente, sino de un modo
dolorosamente real. Lástima…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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