sábado, 10 de octubre de 2015

De aquí a Pol Pot, un paso

Cuando los Jemeres Rojos tomaron el poder en Camboya, desencadenaron una de las mayores masacres en la historia de la humanidad; no tanto por los valores absolutos (el genocidio nazi, sólo en lo referido a los judíos, más que dobló las cifras), sino por los relativos (aproximadamente uno de cada tres camboyanos murió durante los cuatro años que duró el régimen) y por el hecho de estar dirigido contra el propio pueblo de Camboya.
El régimen tenía como una de sus notas distintivas la oposición a todo lo que supusiera vida urbana o intelectualidad, hasta el extremo, creo recordar, que el sólo hecho de usar gafas era un elemento que casi con seguridad te garantizaba un viaje al otro barrio.
Todo esto viene a cuenta de la última ocurrencia de doña Rojelia: propone un servicio social de trabajo universitario para limpiar las sucias calles de la capital. No digo yo que Madrid no sea una ciudad que está hecha una auténtica porquería, y que a los universitarios españoles (o a parte de ellos, en concreto la parte más politizada y menos estudiantil de los mismos) les vendría bastante bien el remediar parte de la pocilga en que suelen convertir cualquier lugar en el que se reúnen para montar sus algazaras y francachelas (es difícil que vuelva a escribir una entrada en la que estas palabras resulten aplicables).
Pero, aparte de que esta propuesta supone un retroceso de más de medio siglo en la universidad española (sí, en tiempos del franquismo se hizo algo parecido), dada la ideología que está detrás de la misma quizá sea el primer paso en la polpotización de la vida española.
¿Que suena demagógico? Quizá… o quizá no.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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