jueves, 11 de febrero de 2016

Beowulf. Traducción y comentario

Me crucé por primera vez con el mito de Beowulf hace ahora algo más de un tercio de siglo (que ya es tiempo). En primero de BUP, el profesor de Lengua (el Conde, le llamábamos, por motivos obvios… era su apellido) hizo que cada Viernes uno de los alumnos diera una exposición de una media hora sobre el tema que el alumno eligiera. Uno de los compañeros –casualmente, su hermano aprobó mi oposición en la misma promoción que yo- eligió precisamente hablar sobre este poema épico en inglés antiguo. Por ello, cuando me enteré de que Tolkien había hecho una traducción y que Minotauro la publicaría, me lo apunté en mi lista de lecturas pendientes.
Para empezar, hay que decir que el poema en sí ocupa apenas un tercio del libro. La mayor parte del volumen, como suele ocurrir en la obra póstuma de Tolkien, consiste en anotaciones y disquisiciones del Profesor sobre aspectos lingüísticos, alternativas de traducción y demás, seguido de una versión propia (de Tolkien, quiero decir) de la historia de Beowulf y de dos breves poemas sobre el tema.
En cualquier caso, no me arrepiento de haber comprado y leído esta obra. No sólo por ser de Tolkien, sino porque, además, me ha permitido saldar otra cuenta pendiente con los poemas fundacionales de las distintas mitologías o idiomas del mundo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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