Va camino
de nueve meses y el equipo de gobierno neocom
del Ayuntamiento de Madrid –apoyado, no lo olvidemos, por el PSOE- no ha hecho
nada bueno en el terreno práctico: los atascos de entrada han sido
descomunales, las restricciones de tráfico como consecuencia de la contaminación
se han comunicado mal y tarde, la ciudad está más sucia que nunca y cada vez
que tienen que organizar un evento público –llámese cabalgata de Reyes, llámese
festival de títeres- parece que lo hicieran con el único y exclusivo objetivo
de tocar las narices a aquellos que no les votaron (que, de nuevo no lo
olvidemos, son mayoría).
En cuanto
a atraer negocios a Madrid, el fracaso ha sido total y absoluto, quizá sólo
superado por la Cataluña necionanista.
Incluso aquellos que estaban dispuestos a establecerse, como la empresa china Wanda y su rehabilitación del Edificio España, han acabado por tirar la toalla y largarse, hartos de las exigencias sin sentido de los podemitas.
Y no
sólo eso: los posibles nuevos compradores suelen condicionar la operación a un
cambio político a nivel municipal. Vamos, que el comunismo es el mejor antídoto
para la tentación de realizar inversiones.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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