Los neocom que rigen los destinos de Madrid
y sus habitantes lo están haciendo de pena. De hecho, se hace difícil pensar en
un modo peor de hacer las cosas. La política cultural, la limpieza, la gestión
de los servicios públicos, la organización de la policía municipal, el
enchufismo, el montaje de una radio propagandista… los dislates son tantos y
tan graves que uno empieza y no acaba.
Sin embargo,
parece que lo peor está por llegar. Hace poco se celebró el día sin coches, y el atasco que se montó
fue de órdago a la grande. Sin embargo, doña
Rojelia abrió la boca y soltó una de sus perlas. Según ella, el día del colapso circulatorio aún no ha llegado.
Pero llegará, le faltó por decir. La que avisa no
es traidora.
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