Cuando
todavía no habían pillado cacho en
eso del poder, Junior dejó bien clara
su opinión sobre los medios de comunicación privados: debían desaparecer,
porque resultaban inevitablemente sesgados por la opinión de aquel que pusiera
el dinero. Sólo debían existir, por lo tanto, los medios de comunicación
pública.
Aunque
ella nunca haya sido comunista (dice) ni pertenezca a Potemos (afirma), doña
Rojelia parece ser fiel seguidora de las tesis del Coletas. Y puesto que, de momento, no puede cerrar los medios de comunicación
privados, se ha montado su emisora de propaganda municipal.
Como
antes se coge a un mentiroso que a un cojo, la alcaldesa dijo que a la
oposición le pareció maravilloso este
proyecto. PP y C´s tuvieron que salir al paso y señalar que eso era radicalmente falso. Mientras, los
socialistas endurecieron (es un decir) su postura en este asunto y propusieron cambios en el Pleno, entre ellos, el nombramiento del director de la emisora.
Porque
claro, como es una emisora que no va a tener contenido político (dicen los neocom), no es necesario que la
oposición participe en el control de esa oficina de propaganda…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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