Los necionanistas, con esa tendencia que
tienen a falsear la Historia para que se acomode a sus sediciosos propósitos,
rara vez dicen algo que tenga siquiera una remota conexión con la realidad. Sin
embargo, alguna vez, como esas perlas que se encuentran entre el estiércol, lo
que dicen tiene algo de sentido. Hace un par de semanas, el del flequillo
cortado a cuchilla dio una de cal y otra de arena (la verdad, nunca sé cuál es
la buena y cuál es la mala, en la conocida frase hecha).
El
sujeto en cuestión prometió otro referéndum, o alternativamente nuevas
elecciones (ya iba siendo tiempo, para cumplir con la pauta reciente) a celebrar dentro de un año (a ver si esta
vez lo conseguimos, supongo que pensó). Luego, soltó la perla y reprochó al
Gobierno que negociara con ETA (¿qué Gobierno? ¿Éste? ¿O alguno de los
anteriores?) y no hable con ellos (pero si no han hecho otra cosa los Gobiernos
de España desde hace cuarenta años…). Cualquiera le dice a este hombre que a lo
mejor las negociaciones eran porque
los del hacha, la serpiente y la capucha tenían (y siguen teniendo, que no las
han entregado… ni siquiera las capuchas) bombas y metralletas, mientras que los
secesionistas catalanes hace tiempo que dejaron esos métodos, al menos de manera declarada.
Para
remate, y en una nueva muestra (supongo) de eso que los catalanes se
autoatribuyen y que denominan como seny,
amenazó a aquellos que no paguen voluntariamente impuestos al estado propio, y dijo que serán obligados.
¿Cómo?,
me pregunto yo. Con lo agarrados que son los catalanes para estas cosas de los
dineros…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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