Con
motivo de la Fiesta Nacional, Junior
volvió a dar la nota. Además de anunciar que no concurriría a unos actos en los
que nadie le habría echado de menos, soltó un par de sus proclamas campanudas
que decían, a buen seguro, justo lo contrario de lo que en realidad
significaban.
En primer
lugar, proclamó que ante el 12 de Octubre, algunos piensan que seguimos en los años más oscuros del siglo XX.
En realidad, quienes piensan que seguimos en los años más oscuros del siglo XX
son él y sus camaradas (nunca mejor empleada esta palabra). Y si no lo piensan,
a ellos precisamente quieren devolvernos: a la época de la Segunda República,
un régimen ilegal en el que media España proscribió a la otra media y que, sin
embargo, algunos quieren presentar como un Parnaso de democracia y libertad.
En
segundo lugar, propuso como fechas para la Fiesta Nacional alternativas al 12
de Octubre el 2 o el 15 de Mayo. Dijo que el desfile del 12 de Octubre es un despliegue de hipocresía de las élites encorbatadas, y pidió una fiesta
que sea una expresión popular. Pase
la primera fecha propuesta, aunque supondría conmemorar un acontecimiento
xenófobo –al fin y al cabo, se trataba de expulsar a los franceses del suelo
patrio- y monárquico –se trataba de retener en España a la familia real-, pero
la elección de San Isidro como fiesta patria sólo podría entenderse porque
supone la consecución de lo que ellos pretenden: que el trabajo esté hecho, no
porque lo haya hecho uno, sino porque lo hacen otros.
Porque
no creo que la haya propuesto impulsado por sus convicciones religiosas.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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