Hace
un par de días se pusieron a jugar al a
ver quién es más listo entre Cocomocho
y la Justicia española.
El
primero no hacía más que amagar con salir de Bélgica rumbo a Copenhague para
dar una conferencia, expresando su temor (por boca de su abogado) de que la malvada (el adjetivo es mío) España
ordenara su detención. En esa estaban algunos, como el Ministerio fiscal, que
pedían la reactivación de la euroorden para echarle el guante al prófugo.
Sin
embargo, el juez encargado del caso decidió que lo que quería el del corte de
pelo inefable era, precisamente, provocar su detención para así poder delegar
su voto en la sesión de investidura (al tiempo, supongo yo, que hacerse el mártir,
lo que nunca viene mal de cara a su parroquia),
por lo que descartó reactivar la orden de detención.
Mientras,
en Barcelona, el recién elegido presidente de la asamblea legislativa regional
ha propuesto a Cocomocho como candidato a presidir el consejo de gobierno regional. Y en Dinamarca, al
propuesto le daban para el pelo cuando, tras equiparar a Rajoy con Franco
(aviado estaría el catalán si don Francisco rigiera los destinos de la Patria)
y cargar contra la Unión Europea, una profesora danesa le dio para el pelo
(Dios, sí que es fácil hacer chistes a costa de este hombre) al preguntarle si
pequeños países basados en una uniformidad homogénea (o, como dice el titular, ¿Están intentando hacer una limpieza étnica?)
es lo mejor para Europa.
Ha
conseguido, al menos, lo que su predecesor no consiguió: repercusión
internacional. Aunque sea a costa de hacer el ridículo…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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