Tras
el óbito del dictador, que se produjo por causas naturales y en la cama, surgió
una pléyade de lo que podríamos llamar antifranquistas
retroactivos: aparentemente, todos ellos se habían opuesto al régimen con
todas sus fuerzas (incluso aquellos que medraron con él, directamente o a
través de sus familias), lo que hace aún más inexplicable que durara tres
décadas y media.
Del
mismo modo, los izquierdistas actuales parecen empeñados en ganar la guerra que
perdieron hace casi ocho décadas. Porque la Historia es terca, y esa guerra la
perdieron. Cómo lo hicieron, luchando contra un ejército dirigido por una
nulidad total (según ellos) es otro misterio insondable.
Ahora,
los neocom gallegos pretender dar
otra vuelta de tuerca, y han pedido reformar la LDH (Ley de Desmemoria Histérica)
para que declare la nulidad del régimen franquista. No de sus sentencias, sus
resoluciones y sus actuaciones, no: del régimen franquista en bloque para así,
según ellos, saldar una deuda histórica.
De
lo que no parecen haberse percatado, o al menos no lo dicen en voz alta, es que
si el régimen franquista es declarado nulo, todo lo que surgió del mismo, incluyendo
el actual, también lo sería. Y, probablemente, eso es lo que pretendan.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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