jueves, 4 de enero de 2018

Vox populi, vox Dei

Necionanistas y retroprogres tienen, como ya he dicho en numerosas ocasiones, muchos rasgos en común. Uno que, creo, todavía no había mencionado es que tienden a convertir en insulto genérico lo que es personal: si criticas a alguien, criticas a todos los que pertenecen al mismo colectivo.
Así, si una mujer de su grupo (necionanistao o retroproge) es criticada por alguien que no pertenece al mismo, el crítico es un machista, con independencia de que la criticada sea una inútil manifiesta. Si el objeto de la crítica no tiene la nacionalidad española, el crítico es entonces un xenófobo, sin tomar en consideración si la persona objeto de crítica, además de inútil total, es de un sectarismo exacerbado. Y si el criticado es homosexual, el crítico es homófobo.
Es el caso del director del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología de la Universidad Autónoma de Barcelona, un tal Jorge (no sé por qué se indetifica como Jordi teniendo en cuenta el apellido –presuntamente- paterno) Hernández Borrell, que ha eliminado su cuenta en Twitter tras emitir el siguiente mensaje:
Iceta es un impostor. Un ignorante y un demagogo que vive del partido desde hace 30 años. Tiene los esfínteres dilatados y baila al son de C's y PP. Es un ser repugnante.
El profesor presentó su dimisión, y pidió disculpas públicamente. Aún así, la Fiscalía abrió diligencias para investigar a Hernández Borrell por el mensaje homófobo que publicó. El objetivo de la investigación es determinar si el mensaje podría ser constitutivo de un delito de provocación a la discriminación por motivos de orientación sexual.
En primer lugar, nadie se ha parado a determinar si el maricatalino tiene los esfínteres dilatados por, digamos, un problema de incontinencia fecal. No, han asumido que el necionanista ha hecho crítica de su orientación sexual y que, además, presume que dicha orientación es la de muerdealmohadas, y no la de soplanucas.
Y, en segundo lugar, retroprogres y necionanistas, hermanados en esto, se lanzaron a criticar al crítico, pero callaron miserablemente ante el asesinato de un español que, por lo que se sabe, fue salvajemente atacado por cometer el crimen imperdonable de llevar unos tirantes con la bandera de España (no mucho después me apresuré a comprar unos: llevaba tiempo pensando en ello, pero eso me acabó de decidir); atacado, además, por un extranjero de ultraizquierda que ya fue condenado por dejar tetrapléjico de una pedrada a un agente de policía hace años y defendido por toda la patulea retroprogre/necionanista, de Junior a la bruja Piruja, pasando por Julia Hortera.
Así, el PP calló, Ciudadanos condenó el asesinato y Vox interpuso una querella criminal; mientras, El país puso el grito en el cielo por el odio y la violencia contra Iceta pero calló sobre el asesinato; y Junior calló como una puta sobre el crimen mientras hacía aspavientos sobre un video en el que dos fascistas (según él: ya sabemos que todo el que no piense como un retroprogre o un necionanista es un fascista… aunque sea retroprogre o necionanista, si el que dirige el calificativo es, respectivamente, necionanista o retroprogre) aseguran, subidos a un tanque:
Aquí estamos buscando la solución a los problemas de España y creo que los hemos encontrado. Vamos a darle una sorpresa a Puigdemont: 70 toneladas de puro amor y pura democracia. Coletas, el siguiente eres tú. Arriba España.
Mientras, el pueblo (esa gente a la que dicen representar los neocom) hacía un homenaje espontáneo en Madrid a Víctor Laínez (que tal es el nombre de la víctima), asesinado por su orgullo de ser español.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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