martes, 12 de diciembre de 2017

El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares

Como cabría esperar, llegué a este libro a raíz de la película homónima, película que he revisitado a saltos antes de ponerme a escribir esta entrada.
Las historias sobre lugares anclados en (o al margen de) el tiempo no son algo original. Tenemos el clásico Brigadoon, y yo mismo escribí hace media vida una historia corta que era poco más que un plagio barato de la película de Gene Kelly. Tampoco es algo especialmente novedoso las historias sobre personas con extraños poderes: los tebeos de superhéroes en general, y los de La Patrulla-X en particular, serían ejemplos paradigmáticos.
Este libro responde, por lo tanto, a la clásica afirmación de que no hay historias nuevas, sino que hay nuevas maneras de contarlas. Y Riggs lo hace, combinando ambos motivos literarios de un modo que te engancha, aunque la cosa tarde (aparentemente, porque en cierto momento se produce lo que podríamos llamar un click Shyamalan –afortunadamente no al final del libro- que hace que, valga el juego de palabras fácil, veamos con otros ojos lo narrado hasta entonces).
La película llega más lejos que el libro (además de cambiar algunos elementos, singularmente en el aspecto romántico de la historia): este volumen termina en un cliffhanger o continuará de libro (nuevo juego fácil de palabras) y, por lo que he visto en Wikipedia, lo mismo ocurre con el segundo volumen. Es decir, que podríamos considerar los tres libros como tres tomos de una sola obra unitaria.
En resumen, pocos casos he visto en que se haya levantado, no ya una historia, sino todo un mundo, a partir de un montón de fotografías viejas.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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