miércoles, 8 de agosto de 2018

El fin de la muerte.

Esta última novela de la trilogía de los tres cuerpos funciona como precuela, secuela y hasta intercuela de las dos anteriores. Y todo ello sin que, más de mil quinientas páginas después de que tuviéramos noticias de ellos, sepamos más del aspecto de los trisolarianos de lo que sabíamos entonces.
Cixin Liu prosigue con su evolución del devenir de la civilización terrestre, que oscila entre la euforia desatada y el pesimismo exacerbado en sus relaciones con un universo que, cada vez más, se demuestra profundamente hostil. Y todo ello con unos fundamentos científicos que, al menos a ojos de un no especialista en ese tema (aunque sí con un relativo conocimiento, nivel aficionado, del mismo), resultan tan plausibles como ingeniosos.
No deja de tener sentido que, en un hipotético futuro, sea la actitud de los chinos, y no la de los estadounidenses, la que determine el destino de la especie humana. Ahora bien, ¿qué será lo siguiente? Quizá una historia de ficción científica (una traducción quizá más exacta del inglés science fiction que la tradicional de ciencia ficción) en la que la mayor parte de los personajes sean hindúes…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: