lunes, 3 de diciembre de 2018

Elecciones regionales en Andalucía

Ayer por la tarde, cuando todavía no se sabían los resultados definitivos, escribí en Facebook que la izquierda ganaría o perdería, pero el susto no se lo iba a quitar nadie. Afortunadamente, además de asustarse, perdieron. Las elecciones, claro, porque la desvergüenza la conservan intacta.
En el PSOE dicen ahora que se están planteando dimitir a Susana Díaz para que Ferraz se implique en la necesaria regeneración de la franquicia andaluza. Es decir, que si no hubieran perdido, parece, la regeneración no sería tan necesaria, podría esperar otros cuatro años, quizá… o cuarenta, que tampoco hay que hacer las cosas en caliente. Que hable de regeneración el partido más corrupto y delincuente de la Historia de España tiene bemoles… como los tiene el que defienda que gobierne en Andalucía la lista más votada quien ha llegado al poder cosechando fracaso electoral tras fracaso electoral: si el suelo electoral fuera la Tierra, Pedro Sánchez estaría ahora mismo en la cima del Monte Cook (que está en Nueva Zelanda, nuestras antípodas… ¿lo pilláis?). Lo único que puede alegrarle el día a dctr Snchz (qué ganas tengo de verle la cara, porque este hombre no sabe disimular) es que se ha librado (o está en camino de ello) de quien podía aspirar a disputarle la primacía en el partido.
Al otro lado del espectro político, las posturas son… opinables. En el PP defienden el pactar con Vox porque, dicen, la izquierda no les va a dar lecciones de democracia. En Ciudadanos, que parece no querer perder ocasión de quedar como el culo, no descartan tampoco a Vox… pero deslizan la idea de pedir a peperos y sociatas que hagan presidente a su cabeza de lista. Vamos a ver, que una cosa es que no gobierne la lista más votada, y otra que lo haga la tercera con el apoyo de las dos primeras. Francamente, espero que el PP no se preste a semejante cambalache, porque perdería la poca credibilidad que hubiera recuperado desde este verano.
Y mientras, los neocom también están afilando cuchillos, con los órganos regionales pidiendo calma y reflexión mientras desde los centrales se piden dimisiones. A propósito de lo cual (los neocom, no la sección de ferretería), empieza a ser un poco cansino que se tilde a Vox de ultraderecha. No entro ni salgo en si lo son o lo dejan de ser, pero toca las narices que no se defina a los neocom como ultraizquierd. Aquí, o todos moros o todos cristianos, pero nada de hacer distingos.
Ahora sólo queda ver si a la derecha del PSOE hay altura de miras o personalismos. Yo, de Casado, apoyaba a Ciudadanos junto con Vox. Si la cosa sale bien, siempre podrán decir que ellos colaboraron. Y si sale mal, al fin y al cabo era Ciudadanos quien presidía la región…
Sí, lo sé, es un pensamiento de lo más cínico…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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