miércoles, 19 de diciembre de 2018

Un zasca de libro

Algunos que me conozcan, si digo que no soy ni franquista ni antifranquista, dirán Venga ya, y afirmarán seguros que, entre esas dos opciones, soy un franquista de manual. Pues vamos a precisar.
Soy de derechas. Por lo tanto, aunque el Caudillo decía aquello de que no se metía en política, supongo que ideológicamente estoy más cerca de él que de, por ejemplo, Santiago Carrillo. Y, desde luego, entre lo que fue el franquismo y a lo que apuntaba la Segunda República, me quedo con lo primero con los ojos cerrados. Es posible, como dice alguna persona que conozco, que si tuviera familiares en el bando de los que provocaron la guerra (me refiero, claro está, a los que acabaron perdiéndola) pensaría de distinta manera. Probablemente sea así.
Pero con la actuación de los últimos presidentes socialistas españoles me habría vuelto franquista de los pies a la cabeza, aunque sólo fuera por llevarles la contraria. Y por ello sólo puedo aplaudir con todas mis fuerzas la esquela que su bisnieto, Luis Alfonso de Borbón, publicó en el cuadragésimo tercer aniversario de la muerte del Generalísimo. Una frase, en concreto, es para enmarcar: Tus enemigos no te olvidan.
Una verdad como un castillo de grande. Si a alguien no se le ha olvidado Franco, puedes apostar duros contra pesetas a que es de izquierdas y tener unas enormes posibilidades de ganar.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: