lunes, 5 de julio de 2021

Casa dividida

Que en el seno del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer se produzcan roces y fricciones -cuando no directamente puñaladas traperas- entre las dos patas del gabinete resulta natural y hasta lógico, ya que se trata de dos formaciones que están, en la práctica, luchando por el mismo espacio político.

Incluso que las fricciones se produzcan en el seno de la pata morada resultaría lógico. Los neocom no son un partido, sino una ensalada de siglas, una macedonia de corrientes, un popurrí de ambiciones; y, desaparecido el líder único, se han desenvainado los cuchillos entre las aspirantes a machas alfa (Juanita Petarda, la Yoli y la calientacamas… de una cama, a lo que dicen las malas lenguas, parcialmente desocupada), porque el inane representante de los paleocom parece conformarse con cobrar la (suculenta) nómina de ninistro a fin de mes.

Entre los de la mano y el capullo, en cambio, no me esperaba luchas intestinas. No porque históricamente no las hubiera -no están tan lejanas, al menos en mi memoria, las batallas entre guerristas y renovadores (a los que, para ser justos, habría que haber denominado antiguerristas, ya que lo único que pretendían era ser visires en lugar del visir)-, sino porque el psicópata de la Moncloa ha forjado un bloque monolítico a su único y exclusivo servicio.

Lo cual me sirve para enlazar con el -por fin- tema de esta entrada. Porque, como dijo ante las cámaras de televisión, en su visión del mundo, la Fiscalía General del Estado vendría a ser, en su egocéntrica concepción del poder, la fiscalía particular del gobierno (es decir, de su persona). Y si resulta que la que fuera ninistra de Injusticia -que, como notaria mayor del Reino, dejó bastante que desear- ataca en un informe interno la nueva (ya sabemos que cuando de socialistas se trata, nuevo equivale, por lo general, a peor) Ley de Enjuiciamiento Criminal, elaborada por su sucesor en el puesto (y tercera autoridad consorte del Estado), puede ser por una de dos razones: o le ha dado un ataque de dignidad profesional -cosa posible aunque improbable, tratándose de la churri del juez prevaricador y adalid de la información-vaginal-éxito-asegurado-… o ha recibido órdenes. El escrito realiza una valoración general desfavorable del proyecto, y eso que el objetivo principal de la nueva norma es atribuir la investigación de las causas a los fiscales.

El único consuelo es que quien fomenta la disensión a su alrededor está segando la hierba bajo sus pies…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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