Hace algunos meses (miro la entrada y veo que la publiqué hace apenas seis semanas... ¿sólo?) saltó la noticia de que la criptomoneda patrocinada por los neocom españoles había obtenido un éxito descriptible… que se había pegado una toña de padre y muy señor mío, vamos.
Ahora son los socialistas los que
proponen crear una criptomoneda española pública ligada al euro digital. Naturalmente,
sus intenciones son de todo menos benéficas. A lo que parece, su objetivo confesado
sería que recupere el carácter del dinero como bien público y bajo control
democrático. Aunque ya sabemos el concepto que tiene la izquierda -y más la
española- de la democracia: la democracia son ellos, sólo ellos y nadie más que
ellos. Es decir, que estaría bajo su control.
Objetivos menos confesables -y,
probablemente, no confesados- serían los de controlar al ciudadano y regalar
dinero (a quien ellos juzguen que se lo merecen, claro está). Lo que pasa es
que, como al parecer, esta divisa carecerá del anonimato del bitcoin y otras
criptodivisas (es decir, que sería bastante poco cripto), el control es
reversible.
Es decir, que también podría servir para que alguien con los conocimientos suficientes -y ahí fuera los habrá a cientos- controle al gobierno. Especialmente importante si es el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer.
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