Ha muerto Alfredo di Stefano. El
hombre ya tenía una edad y estaba bastante cascadete. Cuando se cita a los
grandes futbolitas de la historia se suele comenzar por Pelé, y luego seguir
con Beckembauer, Cruyff, Maradona… pero se tiende a olvidad a la Saeta Rubia, quizá porque nunca jugó un
campeonato del mundo.
Sin embargo, implícitamente, el
Barcelona lo considera el mejor jugador de la historia. Y ello porque cuando
salen a relucir las Copas de Europa del eterno
rival, dicen que las cinco primeras no cuentan, ya que las ganaron gracias
a Di Stefano, jugador que consiguieron en los despachos con malas artes. Es decir,
que un solo jugador, uno sólo, marcó la diferencia e hizo que un equipo ganara
durante cinco ediciones consecutivas el máximo trofeo continental a nivel de
clubes. Algo que no ha conseguido ninguno de los que se suelen citar como
mejores jugadores de la Historia.
Lo cual me recuerda lo miserables que
son en el Farça con sus símbolos. Mientras
que el Madrid nombró presidente de honor al recién fallecido, y bautizó con su
nombre el estadio principal de la ciudad deportiva de Valdebebas, el más que un Club dejó morir poco menos
que olvidado a su figura histórica más importante y tras conceder la
presidencia de honor a otro gran futbolista, la directiva siguiente le retiró la
distinción. Esos son sus valores…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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