jueves, 24 de julio de 2014

El Rey Arturo. El hijo del dragón

Se nota que Hume escribió la trilogía dedicada al rey Arturo antes de la de Merlín. El estilo resulta todavía un poco de principiante, de aficionada.
Este primer volumen narra la vida de Arturo desde su adolescencia, cuando los que se preocuparon de ponerle a salvo finalmente decidieron comenzar su educación formal, hasta que, ya adulto, es proclamado Gran Rey de los britanos. Encontramos aquí muchos personajes que ya aparecieron al final de la trilogía de Merlín, comenzado por este mismo.
Como crítica, hay que señalar la falta de uniformidad en los nombres: empezando por Úter, que aquí es Pandragón y en la trilogía de Merlín Pendragón, pero siguiendo por el padre adoptivo de Arturo, que de Ector pasa a llamarse Antor.
Si bien esta deficiencia podría atribuirse a los traductores (en tal caso, podrían haber consultado la trilogía que primero se publicó, para ser un poco coherentes), hay otra que sólo cabe achacar a la propia autora, ya que se da una versión distinta de varios hechos relacionados con la concepción y nacimiento de Arturo: la muerte de Gorlois, la situación de su cabeza durante la concepción del futuro rey (no es lo mismo tenerla sobre un arcón que en lo alto de una pica), el hecho de que Úter llegara a ver a su hijo recién nacido (como se dice en este libro) o no (como se dice en Red de traiciones), o cómo llegó el bebé al lugar en el que habría de crecer.


¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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