El (todavía de momento) seleccionador
nacional de España pasa por ser un buen hombre, quizá porque nunca ha dicho una
palabra más alta que otra. Pero no hace falta gritar para ofender. El charnego
del Farça y su mentor calvo tampoco
suelen tener salidas de tono (aunque este último se descubriera –para algunos-
cuando dijo aquello de que Mouriño es el
puto amo… hay que ver, qué lenguaje), pero nunca dejan de sembrar cizaña y
verter ponzoña en cuanto hablan la boca.
No, Vicente del Bosque es humano. Y,
como tal, capaz de malos sentimientos. Como el rencor que guarda a Florentino
Pérez por el modo en que se produjo su salida del Real Madrid, y que ha hecho
extensivo a la entidad. Sólo así se explica que, con motivo del fallecimiento
de Alfredo di Stéfano –sin lugar a dudas el mejor jugador de la historia del
club, y puede que de la historia del fútbol mundial- no haya acudido a presentar sus respetos. El técnico excusó su ausencia por encontrarse fuera de Madrid (estaba en Almería que, como todo
el mundo sabe, se encuentra completa, total y permanentemente incomunicada con
Madrid) y aseguró que le hubiera gustado
ir. Como dice mi hermano, quien de verdad quiere algo encuentra el medio… y
el que no, busca excusas. Blanco y en botella.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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