Un jugador portugués fichado por el Real Jaén
apareció en la rueda de prensa en que le presentaban con una camiseta en la que aparecía Francisco Franco. Naturalmente, todos los retroprogres se le echaron encima en jauría, sin pararse a
determinar que la camiseta en cuestión no es que fuera especialmente
encomiástica de la figura del Generalísimo.
En cambio, toda esa panda de biempensantes ve de lo más normal llevar una camiseta en la que
aparece el rostro del sanguinario argentino metido a revolucionario cubano y
que acabó sus días rogando por su vida, de un modo nada heroico.
El que tampoco es que haya quedado demasiado bien
es el futbolista. No por llevar la camiseta de marras, sino por (intentar)
excusarse diciendo que no sabía lo que implicaba la figura de Franco en España.
Preguntaría que en qué país vive para no conocer mínimamente la historia del
país con el que limita el suyo, pero no lo haré porque sé la respuesta.
En Portugal.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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