lunes, 31 de agosto de 2015

Darth Plagueis

Aparentemente, la editorial que tiene los derechos para publicar en España las novelas de La guerra de las galaxias está orientándose más a aquellas relacionadas con los Sith; o quizá es que, con la proximidad del estreno del Episodio VII, en Disney hayan optado por dar preponderancia a las novelas sobre los malos de la saga.
En cualquier caso, bienvenidos sean, puesto que ayudan a conocer con cierta extensión los vericuetos mentales, maquinaciones y demás de personajes que, de otro modo, se limitan a aparecer con sus planes ya montados y que, en general, acaban siendo derrotados (excepto al final del Episodio III, claro, porque si no nos quedaríamos sin trilogía clásica).
Centrándonos en esta obra en concreto, y aunque el título haga referencia al maestro de Darth Sidious (futuro y malvado Emperador) –y aunque la novela trace su trayectoria vital desde que pasa de aprendiz a maestro hasta que su aprendiz le jubila a su vez-, es casi en este personaje en quien se centra más la narración. Vemos así cómo es reclutado por el Lord Sith, como va ascendiendo tanto en la burocracia republicana como en el dominio del lado oscuro y cómo sus maquinaciones van afectando a personajes que tendrán gran importancia en las películas –además de, obviamente, Anakin Skywalker, que por motivos obvios aparece sólo al final-, desde Qui-gon Jinn hasta Padmé Amidala, pasando por el conde Dooku y la creación del ejército clon (algo que sólo se plantea, porque Jango Fett no aparece por ninguna parte).
Por otra parte, Luceno intercala, dentro de la narración, pasajes de disquisiciones filosóficas de y entre los Sith, pasajes que casi llegan a convencerte de que, después de todo, no es que fueran realmente malos…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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