Cuando
iban a entrar en las instituciones –y, por lo tanto, a empezar a cobrar de los
fondos públicos-, a los neocom se les
llenaba la boca diciendo que si no iban a cobrar más del doble (o quizá el
triple) del salario mínimo interprofesional, ya que de no hacerlo serían
insolidarios con los que menos tienen y todas esas papemas a las que tan
aficionados son.
El
hecho es que, una vez apoltronados (y nunca mejor dicho), están cobrando íntegros los sueldos generales, más
dietas, pluses y demás. Lo que hagan después con esas cantidades es cosa suya
(como si las tiran a la basura), el hecho es que cobrar, lo que se dice cobrar,
cobran como el que más… o mas aún.
Y es
que una cosa es predicar, y otra muy distinta estar donde reparten el trigo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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