Ansiosos
por atraerse al ala más izquierdista de su electorado –y sin reparar que,
probablemente, eso repela a la fracción más moderada-, los socialistas no paran
de abrir heridas que deberían estar ya cicatrizadas.
Y,
como es costumbre en ellos, lo hacen de un modo sectario, parcial, sesgado,
tendencioso…vamos, al modo de la llamada memoria
histórica, que –como suele suceder con sus proclamas- constituye una doble
mentira, puesto que ni es memoria, ni es histórica. Quieren, si llegan al
gobierno, volver a dar fondos para descubrir fosas y crear un banco de ADN
(puede que sea para ver si así descubren quienes son sus padres, pues es
probable que no los conozcan).
Me atrevo
a sugerirles que, saliendo del Palacio de la Moncloa, cojan la M-30 hasta la
Carretera de Burgos y allí, a la altura del quilómetro veintitantos, se desvíen
a la derecha. Allí sí que hay fosas que excavar y restos que identificar.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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