Que
los hijos de la Gran Bretaña no nos tienen demasiado cariño desde los tiempos
de Enrique VIII y su hija Isabel I es algo palmario. Que tradicionalmente no
han tenido reparos en hacernos la puñeta, y más si ello contribuía a
beneficiarles también.
Eso no
quita para que, de vez en cuando, haya que reconocer que tienen razón. Como cuando los periódicos ingleses han comparado la segunda equipación de la selección española de fútbol con un vómito de paella. No será demasiado
delicado (ni un poco, ni nada en absoluto), pero hay que reconocer que resulta
totalmente descriptivo.
Es como
aquella camiseta del Athlétic de Bilbao, que parecía diseñada echando un chorro
de kétchup sobre una tela blanca. Aunque, al menos, les hemos endilgado dos goles en el último partido que hemos jugado...
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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