Me
temo que mientras dure el lío este de Cataluña habrá, con frecuencia, al menos dos
entradas cada día: la habitual de medianoche y otra escrita por la mañana, en
la que comente los sucesos del día.
Hago
esto porque, de seguir la tónica habitual –poner las noticias a la cola, y
seguir el procedimiento FIFO que suele imperar-, para cuando me tocara
comentarlas habrían perdido vigencia (más que de costumbre); y de concederles
la relevancia que merecen, colocándolas las primeras de la fila, las entradas
iban a resultar monopolizadas por el temita de marras. Así que… ¡a duplicar se
ha dicho!
Entrando
en materia, hoy me han llamado la atención dos titulares. El primero, que los
mozos de escuadra, preocupados por la orden de la Fiscalía de actuar contra los
sediciosos, han pedido quedar al margen de disputas políticas. Yo creo que eso no demuestra que estén politizados
(no al menos en su mayoría), sino que tienen miedo, o no están seguros, de cómo
va a acabar la cosa, y por eso no quieren pisar callos a quienes pueden acabar
triunfando. Porque lo de la disputa
política es una pamema: con la actuación de este Lunes, los sediciosos han
pasado de la política al ámbito penal. Es como si la izmierda dijera, respecto de los asesinatos de Canalejas, Dato,
Calvo Sotelo o Carrero Blanco, que se trataba de una cuestión política, no de asesinatos puros y duros, mientras que los
necionanistas digan que Companys fue asesinado cuando lo que ocurrió es que
fue ejecutado tras un consejo de guerra (que unos y otros digan una y otra cosa
es tema aparte).
El segundo
titular es que los funcionarios en Cataluña tampoco están seguros de quién va a
ganar al final… pero en un sentido contrario al de la policía autonómica. Y,
por si acaso al final triunfa el Estado de Derecho, y Cataluña sigue siendo
España (como debe ser), exigirán las órdenes por escrito para evitar incurrir en prevaricación. A eso se le llama asegurar la jugada.
Mañana,
seguramente, más… sobre Mas o sobre otros.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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