miércoles, 18 de noviembre de 2015

A vuelatecla: Francia

En relación con la lucha contra el terrorismo del Daesh, hay dos tipos de reacciones: las correctas (aunque sea por los motivos equivocados) y las vomitivas.
Ante la petición de ayuda por parte de Francia, recurriendo a un artículo de los tratados europeos hasta ahora nunca invocado –el que dice que, ante una agresión externa a uno de los países miembros, el resto deberán ayudarle con todos los medios a su alcance-, la respuesta de los aliados del país galo ha sido, para decirlo con suavidad, tibia. Únicamente Rusia ha lanzado un ataque masivo contra los cuarteles de esa amenaza y ha prometido ayuda a Francia. Que lo haga por sus propios intereses (externos, pero también internos: aunque la URSS ha desaparecido, en un territorio tan amplio como el ruso tiene que haber minorías bastante numerosas… la musulmana includa) es lo de menos: como dijo Churchill a propósito de Stalin, si la Alemania de Hitler hubiera invadido el infierno, haría al menos una referencia favorable al demonio en la Cámara de los Comunes.
Entre las vomitivas, los españoles se llevan la palma. Pilar Mojón, que siempre ha sido izquierdista antes que madre de víctima, ha escrito al presidente de la República Francesa para, en ese estilo empalagoso de los progres, decirle que En nombre de mi hijo le digo no a la guerra, otro mundo es posible. Sí, el de los cementerios llenos de los asesinados por los terroristas.
Unos de los fichajes que le quedan a Junior –el guionista de La bola de cristal, nada menos- afirma que sólo su partido garantiza seguridad frente al Daesh. Seguridad física y jurídica, aclara.
Y para acabar de confirmar que permitir la entrada de Turquía en la Unión Europea sería meter al enemigo en casa –además de dejar una puerta abierta a que entren más enemigos-, durante el minuto de silencio en el partido entre Turquía y Grecia parte del público rompió el silencio con gritos de Alá es grande.
Lo que es grande es la estupidez de algunos. Porque no podrán decir que los islamistas no han manifestado a las claras sus intenciones.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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