Pareciera
que en el código genético de los políticos estuviera inscrito con bases de
bronce el ser incapaces de decir una verdad ni aunque se empeñen (por descuido
es otra cosa). Ya lo dijo el (de momento) segundo peor alcalde de la Villa y
Corte de los últimos tiempos, al afirmar que las promesas electorales se hacen
para no cumplirse.
Hay
casos, sin embargo, en que ni siquiera es posible contar con la disculpa de la
proximidad de una campaña previa a unas elecciones. En tales ocasiones, la
hipocresía y el carácter embustero y falaz de aquellos que se dedican a la cosa pública quedan más de manifiesto.
Hace
cosa de un mes, doña Rojelia soltó la
perla de que iba a hacer todo lo posible para que Ahora Madrid se despolitice de nuevo. Tal afirmación probablemente
constituya un nuevo récord mundial (planetario,
que diría Masturbito), porque en una
sola frase de poco más de una docena de palabras la primera edil de la capital
del España (gracias a, no me cansaré de repetirlo, el apoyo del PSOE) ha
conseguido concatenar dos mentiras (tres, si se me apura), o al menos una y un
imposible ontológico.
Empezando
por el final (o por la mitad), la defraudadora fiscal quiere que la formación neocom municipal se despolitice. Algo
que en sí es imposible, puesto que se trata de un partido político, y un
partido político despolitizado es
como la Coca-Cola sin cafeína o la
leche desnatada: una cosa con menos sustancia que el agua de la fregona. No he
puesto el ejemplo de los sindicatos porque, al menos en España, son
asociaciones de trabajadores en las que parece que nadie trabaja (o, si lo
hacen, son bastante pocos y bastante poco).
Por
si fuera poco, añade de nuevo. Es
decir, que la carne de asilo pretende que creamos que en algún pasado nebuloso e
impreciso esta gente que lleva viviendo toda su (corta) vida de la política no
estuvieron politizados. Pero mujer, si estaban politizados hasta en la
Universidad, donde en vez de estudiar alternaban boicots y acosos a políticos
que no son de su cuerda con ofensas a los sentimientos religiosos e
incitaciones al odio (y hasta infracciones de la Ley de Desmemoria Histérica, si usted me apura… ah, no, que cuando
la izmierda trae a colación la guerra
civil, está bien traída).
Lo
que ya es de traca es lo de que va a hacer todo lo posible. Eso es como decir
que no va a hacer nada en absoluto o, alternativamente, que haga lo que haga el
efecto será el mismo que pegarle una patada al planeta: inapreciable, por no
decir inexistente. La filoterrorista, siendo cabeza de lista, es precisamente
la que menos pinta en esa amalgama de déspotas e iletrados.
Volviendo
al título de la entrada: lo que no puede ser, no puede ser… y, además, es
imposible.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
1 comentario:
Buenos días. Soy su camarada del blog "Las Sandeces de...". Recibidos sus saludos, que agradezco.
Sólo desearle ánimo para seguir. Como decía, es agradable echarse unas risas gracias a que alguien sabe, por una vez, emplear el sentido común.
El futuro pinta negro, pero es posible que consigamos que al menos algún alma descarriada vuelva al redil. Algo es algo.
Un saludo.
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