Los
partidos políticos, en general, son organizaciones fuertemente jerarquizadas y
piramidales. El que está en la cúspide es el que manda, y todos los demás
obedecen sin rechistar (el que se mueve
no sale en la foto) y sin el menor asomo de crítica. Y esto es así en los
de derechas y en los de izquierdas, aunque quizá de una forma más acusada en
estos últimos. O quizá es que, como servidor es de derechas, está predispuesto
a ver los defectos del de enfrente, o a verlos más.
Cuando
se empieza a plantear la posibilidad de que el líder indiscutible e
imprescindible ya no es, a lo mejor, ni lo segundo (se le discute) ni lo
tercero (cabe prescindir de él), es que está en camino de dejar de ser lo
primero (el primero, es decir, el líder).
Algo
así puede que esté pasando en los neocom españoles.
Hasta ahora, todo el que se ha atrevido a toser al líder o a sus designios, sea
a nivel nacional o regional, ha sido defenestrado, postergado o relegado, sea
un becario con don de ubicuidad, una farmacéutica lactante o la que le
calentaba (presuntamente) la cama en las frías noches de invierno. Pero puede
que algo esté cambiando.
Hace
un par de semanas, la bocazas en el Congreso (reconozcámoslo, bocazas presenta indudables ventajas
frente a portavoza: es una palabra
existente –y, para las feminazis,
suena hasta a femenino, por aquello de acabar en as-, y refleja mucho mejor el papel y el talante de quien ostenta
esa categoría, aunque bien es cierto que podría aplicarse a la inmensa mayoría
de sus conmilitones) de la formación morada dijo, textualmente, lo siguiente:
Para mí, Pablo Iglesias es el mejor candidato posible, pero en Podemos siempre está abierto el debate.
Visto
que en el periodo transcurrido la interfecta sigue plantando sus posaderas a la
vera del mejor candidato (tan bueno,
tan bueno, que en un cartel sobre la huelga feminazi
de este Jueves, el único que aparece es él), quizá es que Junior esté pensando (o los demás por él), de verdad, en cortarse
la coleta.
Metafóricamente,
claro.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
Postdata: He visto otro cartel neocom en el que aparece otro varón (el mastuerzo ese andaluz condenado por agredir a un concejal socialista; Cañamero, creo que se llama), también sobre la huelga feminazi de pasado mañana, con el mismo diseño. Así que asumo que en ambos casos se puede tratar de un retoque fotográfico y que los neocom no hallan cometido el dislate de promocionar una huelga de mujeres con carteles en los que aparecen hombres (salvo que las mujeres estuvieran, precisamente, de huelga). Pero ¿a que resultaba verosímil?
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