viernes, 30 de marzo de 2018

Es la economía, estúpidos


Si la gente votara pensando únicamente en su bolsillo, y no cegada por los prejuicios y la ideología, los partidos de izquierdas no ganarían ni para papel higiénico. Y esto lo digo teniendo en cuenta el último lustro, en el que el partido en el Gobierno de España, a pesar de ser de derechas –huy, perdón, de centro reformista- ha practicado una política económica y, sobre todo, tributaria, que pasaba ampliamente por la izquierda a la practicada por los gobiernos de la mano y el capullo.
Tomemos como muestra de lo que digo dos regiones, Madrid y Valencia. En la primera gobierna el PP (aunque su líder sea de las más rojas del panorama popular, lo que sólo le sirvió para ser popular –sin cursivas- entre las filas izquierdistas mientras no gobernó; porque, en cuanto comenzó a hacerlo, la pusieron a caer de un burro, al igual que ocurrió con su antecesor en el cargo, muy jaleado por la izquierda cuando se planteaba –sobre todo, por la izquierda y sus corifeos, más feos que coro- como alternativa progre al aznarato y denostado una vez aparcó sus más altas ambiciones políticas), y en la segunda el PSOE con el apoyo de los neocom. En la primera se ha bajado la parte autonómica del impuesto sobre la renta y se bonifica el de sucesiones entre hermanos y tíos y sobrinos. En la segunda, en cambio, han aumentado las renuncias a herencias tras la subida del impuesto de sucesiones.
Y sí, he escrito regiones y no comunidades autónomas. Lo hice sin pensar, pero cuando me di cuenta decidí no cambiarlo, porque el invento de las autonomías se ha revelado nefando para la economía y la estabilidad nacionales.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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