Los
golpistas catalanes alardean de ser verdaderos demócratas, mientras que España
sería un Estado totalitario que coarta sus libertades y, en general, la de lo
que ellos llaman el pueblo catalán. Sin
embargo, tanto sus declaraciones como, sobre todo, sus actos, muestran a las
claras quiénes son los verdaderos totalitarios. Ellos.
Otra
muestra más la tuvimos hace tres semanas, cuando el presidente de la asamblea
legislativa regional catalana, con motivo de la festividad de San Raimundo de
Peñafort, habló en el Colegio de Abogados de Barcelona de presos políticos para referirse a aquellos delincuentes
encarcelados como golpistas que, incidentalmente, se dedican a la política; con
lo que serían, y aquí el orden de los factores sí altera el producto, políticos
presos.
Esa
manifestación provocó que las más altas autoridades regionales de la judicatura
(el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, el presidente de
la Audiencia de Barcelona, el fiscal superior de Cataluña, y la fiscal
provincial de Barcelona),junto con algunos de los abogados asistentes al acto,
entre ellos algún miembro de la junta de gobierno del Colegio de la Abogacía, abandonaran
el acto, mientras que la decana del Colegio de Abogados, reprendía al orador por
su discurso.
¿La reacción de los secesionistas? Pues pedir la dimisión de la decana por reñir al presidente. Libertad de
expresión sí, pero s´lo cuando no les moleste…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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