Los
secesionistas catalanes llevan tanto tiempo mirándose el ombligo que desconocen
cualquier cosa que se aparte, siquiera un milímetro, de su matrix umbilical… por más que sería de desear que, en algunos casos,
su concepción de la realidad coincidiera con la realidad misma.
Tomemos,
por ejemplo, el caso del marido de la presentadora Susana Griso (a propósito de
lo cual, si esta mujer no se ha operado el labio superior debería hacerlo,
porque en la vida he visto uno con un aspecto menos natural), un tal Carlos
Torras. El individuo en cuestión, por lo visto, es –por decirlo suavemente-
proclive a las posturas soberanistas. A propósito de la actual situación en
Cataluña, tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución, el señor
Torras (ese apellido empieza a ser hiperabundante) afirma que en Madrid hay un sentimiendo colectivo de victoria bélica.
Dejando
aparte el punto de que son los golpistas los que hablan en términos de
enfrentamiento armado (hábil recurso para no emplear el sinónimo del adjetivo guerrero que empieza por be), si tal
cosa fuera cierta significaría que la alucinación colectiva ha cogido el puente
aéreo (o el AVE) y se ha plantado en la Villa y Corte.
Porque
si alguien parece ir ganando aquí son, precisamente, los golpistas…
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