miércoles, 23 de mayo de 2018

Vencedores y vencidos

A los políticos, a parte de los jueces y a muchos periodistas bienqueda (¿con quién quedan bien, ya que estamos) se les llena la boca hablando de la derrota de la banda terrorista de ultraizquierda y del triunfo del Estado de Derecho. La realidad, sin embargo, parece ser muy otra para las dos partes implicadas, los verdugos y las víctimas.
Los asesinos del hacha y la serpiente no han perdido. Si ya no matan, es en parte porque operativamente no pueden, eso es cierto; pero no es menos cierto que en una cuota nada desdeñable influye el hecho de que han conseguido sus objetivos, o al menos parte de ellos. Ya están en las instituciones, ya tocan poder, y todo ello sin necesidad de renunciar a sus postulados, o entregar las armas, o pagar por sus crímenes, o mostrar arrepentimiento, o siquiera pedir perdón a las víctimas.
Y en cuanto a estas, ninguneadas y apartadas por los políticos –e incluso por una parte de la Iglesia (no etimológicamente) católica- durante gran parte de su historia, su sufrimiento continúa. Sus seres queridos no es que estén lejos, es que ya no volverán; los crímenes no se resolverán; y, como dice una de las víctimas del atentado terrorista (pues atentado y terrorista fue) de Alsasua, ETA ya no dispara, pero te mata igual.
Así pues… ¿quién ha triunfado aquí?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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