Cuando
se trata de asesinos o terroristas, los líderes políticos del progretariado se oponen a lo que ellos
llaman legislar en caliente, esto es,
prestar oídos al clamor de la ciudadanía (de la gente, que dirían los neocom).
Ahora bien, en otros casos, y subidos a la ola de lo políticamente correcto
(para ellos), no es que legislen en caliente, no; es que casi deslumbran, de la
incandescencia de su reacción.
Es
el caso del tristemente célebre caso de la
manada (tal ha sido la furibundia retroprogre
que los jueces en masa han tenido que clamar contra el oportunismo de los partidos y la presión de las feministas radicales). No voy a entrar en si los
condenados son o no unos impresentables (creo que todos estamos de acuerdo en
que bastante), ni si hubo o no violación (cabe considerar que hay cuando menos
una duda razonable, que dirían en las pelis de Hollywood, puesto que la
sentencia no fue unánime), sino en el hecho de que, en este tema, y azuzados
por el lobby feminazi, o azuzándolo
(quién sabe ya quién espolea a quién), plantean reformas legislativas con una
presteza desmesurada, mientras que, en otros temas (la prisión permanente
revisable en el caso de Diana Quer, por ejemplo), reclaman ponderación, mesura
y tranquilidad.
Y,
como ocurre con los totalitarismos (y las izquierdas tienden a ello
indefectiblemente), pretenden controlar hasta la manera de pensar de las
personas. Así, la titular de Justicia española parece haber devenido en una
maligna telépata, puesto que ha afirmado que en los delitos sexuales se
esforzará en el cambio de las estructuras mentales. Los neocom, siempre
prestos a dar un paso más allá, piden que los comportamientos sexistas en la calle (léase, piropos…
pero sólo de los varones heterosexuales hacia las mujeres, colijo) sean considerados delito.
Porque
claro, que Rita Maestripper fuera la reportera lujuriosa de Junior (no he visto la escena, ni ganas:
la tolerancia de mi estómago tiene ciertos límites) debía ser, por supuesto,
una muestra de periodismo de investigación, o algo así.
Progresista,
en cualquier caso…
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