Sin vocales ha llegado al poder sostenido
por los socialistas. Los socialistas han sido apoyados en este empeño, entre
otros, por los neocom. Y los neocom irrumpieron en la vida pública
encaramándose a los hombros de, entre otros, los llamados antisistema.
Los
autodenominados antisistema son, en
general, una panda de vagos que pretenden, no derribar al sistema, sino vivir a
costa de él sin dar un palo al agua. Si necesitan vivienda, entran en la del
prójimo y la ocupan. Si necesitan dinero, berrean hasta que mamá Estado saca su teta pródiga y les
nutre con una renta universal o
pamema semejante. Están dispuestos incluso a entrar en ese sistema que tanto execran y pasar a convertirse en parte del mismo:
a ser casta, en definitiva, con un
chalet en Galapagar y dos sueldos a costa del erario público.
Lo
irónico de esa ascensión a las alturas de
Pdr Snchz es que, una vez encaramado,
no tiene a nadie que le apoye. Por ello, tiene que mantener las normas
aprobadas por el gobierno anterior, normas que, en algunos casos, chocan
frontalmente con las prácticas de quienes encaramaron a los que apoyan a
quienes les sostienen. Me estoy refiriendo, claro está, al llamado desahucio exprés de los ocupas, medida que
quiere garantizar que el dueño recupere de inmediato la posesión ocupada
ilegalmente por la vía civil. Hasta ahora, el dueño tenía que armarse de
paciencia o bien recurrir a empresas de desocupación.
Está
visto que los suciolistos sólo
aciertan cuando hacen lo contrario de lo que proclaman. Que no es lo mismo que
proclamar lo contrario de lo que hacen: esa contradicción es consustancial a
ellos…
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