Desde
que llegó al poder, el gobierno del dctr
Snchz se ha visto asediado por los escándalos; en general, de índole
fiscal.
El
intentar pagar los menos impuestos posibles es una aspiración legítima de
cualquier persona y, mientras se haga dentro de la Ley, algo perfectamente
respetable. Por lo tanto, el problema con los ministros socialistas no es que sus
actos sean legalmente buenos o malos; el problema es que lo demonizaron estando
en la oposición, y llegados al Gobierno lo ocultaron hasta que no tuvieron más
remedio que reconocerlo. Y es que hoy todo se sabe. O, por decirlo de otra
manera, nunca ha sido más cierta la afirmación de Lincoln de que puedes engañar
a algunos siempre y a todos algún tiempo, pero no puedes mantener engañados a
todos siempre.
Por
lo tanto, los casos de Rienda, Duque o Calviño no serían, en principio,
delictivos. Pero clama al cielo que, habiendo puesto el listón tan alto en el
pasado cuando no les afectaba a ellos, los suciolistos
en general, y su secretario general y presidente del Gobierno en particular, lo
hayan rebajado hasta considerar la información sobre el tema como ruido.
Pues
cuando el río suena, agua lleva…
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