En
mi valoración tras las elecciones regionales en Andalucía finalizaba dudando si
en la derecha habría altura de miras o personalismos. Dos semanas después,
parece que en uno de los partidos lo que hay es demasiado cálculo.
Sólo
así cabría explicarse el que Ciudadanos evite asumir para el conjunto de España el mismo rechazo al PSOE que prometió en Andalucía, o que como elemento para
formar gobierno en la región del sur de la península prefiera , a diferencia del PP, antes a los socialistas que a VOX. Es como si Elliot Ness, para limpiar Chicago, pidiera la
ayuda de Al Capone.
Probablemente
Ciudadanos piense que, de admitir el apoyo de Vox, sus potenciales electores lo
verán como demasiado escorados a la derecha. No parecen darse cuenta de que,
admitiendo el apoyo de los socialistas, aparecerán como cómplices de los que
han hecho de Andalucía su cortijo durante tres décadas y media.
Por
lo visto, el maricomplejinismo es una
enfermedad fácilmente contagiosa…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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