Los
socialistas españoles están tan acostumbrados a que la gente se trague sus
trolas que casi parecen nacionalistas catalanes. A que se las trague o a que
nadie les chiste, lo que a efectos prácticos viene a ser casi lo mismo.
En
Europa, en cambio, no sucede lo mismo. No son gente a los que les guste que les
tomen el pelo, y mucho menos que se note que les estén tomando el pelo. Así se
explica que, hace menos de un mes, y el uno del otro en pos, la Comisión europea,
el Fondo Monetario Internacional –vale, éstos no son europeos, y a veces ni
siquiera son serios, pero les han pegado estacazo a los del dctr Snchz y por eso les ajuntamos- y
hasta la OCDE rechazaron los presupuestos presentados por el Gobierno español,
rebajaron las previsiones de crecimiento para el año que viene (con estos
manirrotos, el milagro es que crezcamos) y despellejaron la política económica (admitamos barco como
animal acuático) de Sin vocales.
Y
tras eso, vuelta a bailar la yenka: ahora presento los presupuestos, ahora no,
ahora vuelvo a decir que los presento…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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