No es un pensamiento muy acorde con las fechas en las que nos
encontramos, pero el título de esta entrada fue lo que se me ocurrió cuando,
hace un mes, leí el titular de que La monja Forcades y un medio separatista
animan a los independentistas a morir por la república.
Monja y medio, medio y monja, ambos son prístinos ejemplos de
esos revolucionarios de salón que azuzan a las masas para que,
en palabras de otro que tal baila, tomen el cielo por asalto, mientras ellos
aguardan en la retaguardia a que la fruta esté madura para recogerla.
O, como igualmente dijo otro miserable, son de los que se dedican
a coger las nueces mientras otros sacuden el árbol. Gente sin principios, sin
escrúpulos… y sin lo que hay que tener para jugarse verdaderamente el tipo por
algo en lo que realmente creen.
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