En
el pasado, el primer hijo heredaba los bienes, el segundo era destinado a la
milicia y el tercero a la Iglesia. En la actualidad, parece que el destino de
los vástagos más limitados actualmente es, sin apenas género de dudas, la
política.
Porque
sólo así cabe explicarse el hecho de que, dando por buenas sus palabras, tanto
Manuel Chaves como Susana Díaz, presidente que fue del consejo de gobierno
regional andaluz y presidenta en funciones que es, no se enteraran de nada en
relación con el asunto de los ERE (donde millones de euros han cambiado de
manos durante muchos años)… pero sí los familiares de uno y otra.
Lo
dicho: o mienten como bellacos, o bien son tontos de capirote. Sin que sea
descartable que ambas circunstancias coincidan, en mayor o menor proporción
relativa.
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