viernes, 22 de mayo de 2015

Cis y zas

Los distintos sondeos pronosticaban, en la precampaña y al comienzo de la campaña electoral, un hundimiento de los comúnmente llamados dos grandes partidos (esto es, el PP y el PSOE), en beneficio de, inicialmente, Podemos por la izquierda y, posteriormente, Ciudadanos por el centro izquierda (tengo que confesar que estos partidos cuyo nombre consiste en una sola palabra, con independencia de su ideología, me ponen un poco nervioso; también me ocurre con Vox, pero menos, quizá porque son más de mi cuerda). Es decir, que de un bipartidismo imperfecto pasaríamos a un tetrapartidismo más imperfecto todavía.
De hecho, los periódicos recurrían a titulares llamativos (bueno, de eso van los titulares, de llamar la atención) del tipo El CIS pronostica una hecatombe del PP el 24 de Mayo. Aunque si uno leía la noticia, veía que la cosa no era para tanto. Simplemente, en las últimas municipales el PP consiguió bastantes mayorías absolutas sin (por lo que recuerdo) un aumento brutal en el número de votos respecto a las elecciones de 2.007; y ahora, con un descenso apreciable en votos, pero no tan hecatómbico como podría sugerir el titular, se quedaría en muchos casos a la puerta de esas mayorías absolutas. Mayorías absolutas que, tradicionalmente, han sido el único modo que ha tenido el PP de gobernar (lo de Extremadura es caso aparte, más aún porque el apoyo viene de los paleocomunistas). Si el PP consigue rebajar sus humos y Ciudadanos aplacar sus ínfulas, puede que la hecatombe, al menos en un mapa de colorines, no sea tanta, porque todo parece indicar que los populares seguirán siendo la fuerza más votada (aunque menos) en los sitios donde tradicionalmente lo han sido: es decir, de Madrid para arriba, salvo Vascongadas y Cataluña, y con la excepción de Castilla-La Mancha y, quizá, Extremadura.
Otra cosa es la llamada ciudad condal, donde depende de la semana la candidatura más votada es en ocasiones la de los neocom, encabezada allí por esa opuesta a los desahucios que no ha tenido una hipoteca en su pajolera vida. Si, Dios y D’Hont no lo quieran, alcanzara la vara de regidora, seguro que mostraría a las claras de qué pasta está hecha si lo que se ha dedicado a hacer a los demás se lo hicieran a ella.
De la peor, por si a alguno no le ha quedado claro.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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