Este es uno de esos libros que, como El diario de ZP, jamás se me habría
ocurrido leer y mucho menos comprar. Básicamente porque, a pesar de hacerlo en
un tono sarcástico que probablemente moleste bastante a los retratados, que
suelen tomarse a sí mismos muy en serio y a los que nada irrita más que el
hecho de que los demás se rían de ellos, refleja una realidad que creo conocer
razonablemente bien (eh, que se trata de mi país, aunque ellos digan que es el
suyo) y que resulta a la par desagradable y deprimente.
Sin embargo, como la otra obra citada,
no me compré el volumen, sino que me lo regalaron, y por mi cumpleaños además
(como la antedicha). Y como libro que pasa a ser de mi propiedad, libro que me
leo, pues me lo he leído. Y he soltado algunas carcajadas, porque hay que
reconocer que el autor tiene gracia contando lo que pasa en Cataluña desde dentro, como quien dice. Pero también
he sentido un cabreo sordo, volviendo a leer de una tacada lo que me había ido
tomando en pequeñas píldoras a lo largo de todo un año.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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